Las muñecas derriten relojes frente a los espejos. Sus manos pequeñas y sus ojos despiden rayos ultravioletas. Hay una que se peina con la música de sus cabellos anaranjados. Otra que salta la soga y una que sangra al hablar de su futuro. A veces al tiempo le gusta pasar al revés y los relojes se condensan en las manos de las muñecas. Pero el Mago de los Soles hace que todo se ordene y el tiempo transcurre normalmente.
Mientras escucha el tic-tac de un reloj azul una muñeca sueña con voces líquidas, instrumentos de fuego y guitarras que lloran pétalos rojos como lágrimas floreadas. Luego aparece el gñomo asesino y decapita a las muñecas una a una. Su navaja escribe con sangre las heridas del verano infernal.
Pero el Mago de los Soles hace que todo se ordene y las muñecas despiertan, para que los pájaros cosan con sus agujas mágicas sus piernas y sus brazos.
Las muñecas derriten relojes frente a los espejos. Sus senos radioactivos irradian calor. Mientras tanto, la Virgen de los Ovarios Azules engendra un niño-demonio y las agujas de los relojes giran al revés. Mientras tanto, las marionetas y las hadas se emborrachan para esperar la salida del sol.
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