lunes, 16 de mayo de 2011

LA NOCHE

La noche aúlla sobre la espalda, carga a sus pequeñas estrellas. Vestido de negro, pongo a dormirla en mi corazón. Ella entra misteriosa, con todas sus lunas brillantes. Después de unas horas sale por mi boca y mata al día y su sol. Los gnomos tratan de pintar de verde el horizonte, pero la noche mancha de oscuridad a todos. En su corazón oscuro tengo a mi amada loba. Ella da aullidos con sus alas azules para que la monte y volemos sobre sus bosques tenebrosos.
Luego la noche se transforma en mujer y viene a amarme, pero sus pechos de nubes se quiebran en mí. Me da besos con tormentas y relámpagos que hacen estruendos en mi estómago. Luego se desvanece al dormir sobre una cruz. Al morir muestra sus peores tornados y sus más terribles catástrofes. El día quiere nacer pero la noche es su reina, lo deja agotado.
Subo hasta una montaña entre las tinieblas, despierto a la noche en un espejo. El sol intenta asomarse pero no sabe que de sus reflejos nacerá su asesina.

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