lunes, 16 de mayo de 2011

ÁNGEL

a Rubén Edgardo Guaymás
En tus ojos vive un ángel. Un ángel que vuela por la ciudad con sus senos desnudos. El fuego no lo quema y su voz profunda se vuelve líquido de mágicos perfumes. Tiene el tatuaje de Dios en su espalda.
Ángel, por favor rescátame.
Ángel, llévame a tus reinos celestiales.
Ángel, rompamos en dos a la chica amarilla.
Y él dijo descendiendo de ti sobre una lágrima que resbaló por tu mejilla: “Te llevaré a conocer todos los universos que existen. Serás un explorador del cosmos que se mueve delante de tu mirada”.
En tus ojos vive un ángel. Un ángel enamorado de la expresión de tus rasgos. A veces explora los túneles acuáticos del océano que mi voz fabrica al hablar.
A veces me lleva sobre sus alas para sentir desde el cielo la tristeza helada de tu alma diamante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario